Programa 10: ¿Que es el apetito emocional?
Escribe: Cinthia Lorena Elías
A partir de ahora, entramos en Zona Holística de Buenos Aires Te Informa, un lugar en el que hablaremos de todo aquello que nos permita sentir un bienestar, físico, mental y emocional.
Hoy vamos a hablar de un tema muy interesante: Apetito emocional.
¿Cómo saber si tenemos hambre real o apetito emocional?
Desde que comenzó la pandemia hasta el día de hoy, las estadísticas nos muestran la ganancia de peso de los argentinos, por incertidumbre, aburrimiento, tensión nerviosa, cambios en los hábitos, falta de ejercicio, ansiedad, mayor consumo de alcohol, alimentos procesados, en muchos casos comenzaron a fumar o retomaron el hábito.
¿Qué nos dicen las estadísticas? Argentina está en el puesto número 5 de los que más engordaron de América Latina y tercero entre los que más kilos subieron.
El sondeo reflejó que un 40% de los argentinos encuestados dice haber subido de peso durante la pandemia
En todos los países, el aumento de peso promedio declarado entre los que dijeron haber aumentado de peso durante la pandemia de COVID-19 fue de 6,1 kilogramos. Para Argentina, ese promedio fue de 7,5 kilos, quedando por debajo de México y Arabia Saudita únicamente.
La ganancia de peso dentro de los que identificaron comer ante emociones fue del 73,7%, muy superior al 42,6% de los que engordaron sin haber reconocido ingesta como respuesta a emociones. En este aspecto, comer en respuesta a emociones se evidenció como un factor de riesgo para la ganancia de peso durante el aislamiento. (Dr. Alberto Cormillot)
El hábito de comer por estrés emocional aparece repentinamente: en líneas generales se come para huir de los sentimientos negativos que se están experimentando, con la esperanza que la comida nos haga sentir mejor, buscando cierto alivio ante tanto malestar, claramente que en la mayoría de los casos la persona no identifica que come para tapar, para escapar. La mayoría de las personas comen emocionalmente con diferente frecuencia dependiendo cada caso en particular; en algunos casos la decisión es consciente pero, con mayor frecuencia, inconsciente y automática. Lo que sí sabemos es que en la mayoría de los casos se come para mitigar el malestar emocional.
¿Qué podemos hacer para ser más conscientes de nuestra alimentación, y no comer por comer tapando las emociones?
El apetito del cuerpo físico aparece de manera gradual; la persona comienza a sentir hambre pero “lo puede manejar” puede esperar para comer, lo cual da algo de tiempo para escoger que tipo de alimento ingerir para saciar el apetito con algo saludable y rico en nutrientes. La persona se detiene a pensar y así poder elegir, está dispuesta a considerar varias opciones para satisfacer su apetito, lo que significa que es más probable que tome una mejor decisión, eligiendo un alimento nutricionalmente saludable y más completo.
El apetito emocional por ansiedad o por estrés, se presenta en forma de antojo de algún alimento por lo general con azúcar, grasas y alto en calorías, y pobre en nutrientes: la “vedet” suele ser el chocolate, helado, facturas, insisto son alimentos calóricos pobres en nutrientes, esto quiero decir que no nos aportan nada saludable, ni vitaminas, ni minerales, ni proteínas, solo calorías “vacías” transformándose finalmente en grasa.
El consumo de alcohol, en ciertas cantidades fija las grasas y no contribuye al descenso de peso.
Algunas recomendaciones para evitar el picoteo y el apetito emocional
1- Agendar horarios de las comidas: es una buena idea realizar las cuatro comidas principales, respetar las colaciones, y llevar un registro interno de la sensación de hambre. En las Consultas de Terapia Floral Bach y Counseling, siempre que trabajamos en ello, una de las preguntas principales para hacernos es: ¿Tengo hambre realmente o es solo ansiedad porque no estoy controlando algún tipo de situación?
2- Reconocer nuestras emociones y sentimientos: identificar qué nos está pasando a nivel emocional, no taparlo con comida, poder hablar y comunicarlo es una excelente forma para dejar de “tragarnos las emociones”
3- Trabajar en la capacidad de adaptarte a las circunstancias: ¿Qué pasa si no comes, y decides hacerle frente a lo que sientes? ¿Dificil? seguramente sí, pero va a ser una forma de ir saliendo del lugar en el que estás y comenzar a transitar y crear uno nuevo.
4- Encontrar alternativas cuando aparece la compulsión ante la comida: por ejemplo, pintarte las uñas, arreglarte el pelo, leer, salir a caminar, poner tu música favorita y bailar, etc
5- Crear hábitos saludables, que sean sostenibles en el tiempo
6- Tómate tiempo e intenta conectar con tu respiración antes de lanzarte sobre la comida, ya conoces la historia de cómo funciona esta dinámica, haz algo diferente, si realmente quieres cuidarte y dejar de maltratarte con tanto comida chatarra.
Si sientes que no puedes solo pide ayuda, hay profesionales de la salud para acompañarte. Médicos-Nutricionistas
En mi amplia experiencia el tema lo abordo desde diferentes técnicas: Counseling y Flores de Bach- Decodificación Bioemocional – Contando también con mis conocimientos aprendidos en la Lic. en Nutrición, formándome hasta cuarto año en la Universidad de Buenos Aires.
Muchas gracias por estar ahí acompañándonos en Zona Holística de Buenos Aires Te Informa por Radio Amep