Programa 13: La importancia de gestionar las emociones
Escribe: Cinthia Lorena Elías
A partir de ahora, entramos en Zona Holística de Buenos Aires Te Informa, un lugar en el que hablaremos de todo aquello que nos permita sentir un bienestar, físico, mental y emocional.
Hoy quiero hablarles de un tema vital, necesario para interactuar con diferentes personas y situaciones y comprender nuestro sentir.
Entender y gestionar nuestras emociones es una forma de disminuir el estrés que se ha tornado habitual en la mayoría de las personas, más en estos últimos años por la pandemia que a todos nos toca atravesar.
Es necesario y suficiente contar con las habilidades para el autoconocimiento, gestión de emociones y la comunicación efectiva. Hay un bombardeo de información nueva cada día para procesarla. Síntomas sociales que están relacionados con el estado mundial actual, entre los que se cuentan el doomscrooling, que tiene que ver con el uso excesivo de los celulares, ese deslizar hacia abajo sin poder parar, es el acto de dedicar una cantidad excesiva de tiempo frente a la pantalla y a la absorción de noticias negativas. Un mayor consumo de noticias predominantemente negativas pueden resultar muy dañinas para la salud.
Necesitamos contar con herramientas necesarias para surfear esta nueva “normalidad” de forma astuta e inteligente, empática y humana. Debemos tener en cuenta una habilidad que podría ser crucial para adaptarse a una realidad, que es la de estar conviviendo más detrás de una pantalla que presencialmente, necesitamos aprender sobre los beneficios de la inteligencia emocional para vivir más plenamente.
La importancia de gestionar las emociones
La inteligencia emocional (IE), nos remite a la habilidad de entender, comprender, usar y administrar nuestras propias emociones para liberarnos de tensiones y reducir el estrés, para comunicar efectivamente, empatizar ante todo con uno mismo, es un aprendizaje para luego poder hacerlo con otras personas, superar desafíos y disminuir conflictos que puedan surgir en el día a día.
¿Qué pasa si nuestra inteligencia emocional es elevada? Nuestras relaciones serán sanas y equilibradas dentro del núcleo familiar, y en los diferentes ámbitos dónde nos desenvolvamos, el gimnasio, la escuela, el trabajo, grupo de amigos.
Es una gran aliada para construir una sana autoestima, lo cual nos va a permitir tener una autocrítica positiva, para aproximarnos sin juicio, él mismo siempre está asociado a algo negativo, lo que quiero decir es tomarlo en un sentido positivo, un juicio que nos permita potenciar nuestras cualidades y mejorar nuestra calidad de vida.
Cuando hablamos de inteligencia emocional, decimos que está formada por cinco pilares fundamentales que tienen por objetivo proveernos de mecanismos para comprender el origen de las emociones y establecer las bases para una buena comunicación.
Estos PILARES fueron mencionados por primera vez en el AÑO 1995 por Daniel Goleman, el «padrino» de la inteligencia emocional
El primer PILAR: es la autoconciencia aquí nos encontramos con la base para construir la inteligencia emocional. Es la habilidad de conectar, reconocer y comprender nuestras propias emociones y cómo ellas impactan en otros seres humanos. Generamos de ésta forma una introspección de auto evaluación para identificar aspectos de conducta o emociónes para así poder cambiarlas de forma positiva, ya sea para estar más en paz con nosotros mismos o para adaptarnos a determinada situación.
La autoconciencia es la capacidad para identificar las propias fortalezas y debilidades,
Segundo pilar: Autorregulación
Describe puntualmente la capacidad de regularse y controlar las propias emociones, ya sean negativas o positivas, con el fin de mantener un comportamiento lo más adecuado posible en relación a las diferentes actividades.
Una emoción por sí sola no es algo negativo, si lo es él mal manejo de la emoción, para evitar esto existe la autorregulación: la misma nos habla de la capacidad para manejar sentimientos adversos y adaptarse a los diferentes tipos de cambios. Cuando vemos una persona que es buena para la resolución de conflictos, reacciona rápidamente, gestiona responsabilidades, nos muestra qué está dominando su autorregulación.
Tercer Pilar: La motivación, pieza clave para alcanzar nuestras metas. La inteligencia emocional nos da las herramientas para automotivarnos. Entonces el compromiso que se asume por y para uno mismo es más fuerte que el que depende de las reacciones de otras personas.
Cuarto pilar: La Empatía es la capacidad de ponerse en los zapatos de la otra persona, es entender el mundo emocional de la otra persona, es una aproximación a su sentir y a sus vivencias. La empatía nos permite comprender las dinámicas de las relaciones que gestionamos tanto en el ámbito familiar, profesional, etc.
Es esencial que la empatía vaya de la mano del autoconcepto. ¿Qué es el autoconcepto? Es el concepto y la imagen que tenemos de nosotros mismos. Es uno de los componentes de la Autoestima. Una percepción individual, generada por la autoconciencia, de nuestras capacidades y potencialidades y demás aspectos que nos hace ser quienes somos.
Quinto Pilar: Las habilidades sociales, tiene que ver con los mecanismos necesarios para entender las emociones de otros, establecer una distancia entre ellas y las nuestras, al mismo tiempo que construimos un canal de comunicación para conectar con las personas con las que interactuamos
En la puesta en práctica, se obtienen habilidades como lo son la escucha activa y la comunicación asertiva verbal y no verbal.